Que mejor que un buen postre después de una sabrosa comida, aquí os indico como hacer unos deliciosos crepes suzette que conseguirán terminar una comida con mucha clase y escaso esfuerzo. Eso sí, al añadirle ralladura de naranja a la masa solo servirá para esta preparación. Se puede preparar la masa, separar la cantidad que vamos a usar y guardar la restante para usarla después en otras elaboraciones.
Ingredientes para la masa:
- 2 huevos
- 50 gr. de mantequilla
- 100 gr. de harina tamizada
- 250 ml. de leche
- 30 ml. de agua
- Ralladura de una naranja
- Una pizca de sal
Para la salsa:
- 50 gr. de mantequilla
- 2 cucharadas (50 gr.) de azúcar
- 150 ml. de zumo de naranja
- 1 copa de licor de naranja (Cointreau, Grand Marnier...)
- Empezamos por preparar la mezcla para los crepes. Batimos los huevos y en un bol lo mezclamos todo con la harina y una pizca de sal. Añadimos la leche, el agua, la mantequilla fundida y la ralladura de naranja, mezclamos todo bien con una varillas y dejamos reposar en la nevera durante unas dos horas. Pasado este tiempo, si vemos que ha quedado muy espesa le añadimos unas gotas de agua para que aligere.
- Para preparar los crepes utilizaremos o bien una crepera o una sartén de 26 0 28 cm de diámetro, la calentaremos bien, untaremos con un poco de mantequilla (muy poca) e iremos haciendo los crepes de uno en uno por las dos caras. Cuando veamos que empieza a hacer burbujas le damos la vuelta, unos segundos y lo sacamos, reservándolos hasta terminar la preparación.
- Para preparar la salsa, ponemos en una sartén los 50 gr. de mantequilla hasta que espume y empiece a colorearse, entonces añadimos el azúcar y dejamos que caramelice levemente, momento en que echamos el zumo de naranja y lo dejamos reducir unos segundos.
- Para terminar doblamos los crepes dos veces por la mitad, que quede como un abanico, los ponemos en la salsa y cuando estén bien empapados, echamos el licor de naranja y los flambeamos. Ojo, cuando vayamos a flambearlos tenemos que asegurarnos que hemos apagado el extractor o la campana de la cocina, de lo contrario nos podemos llevar un serio susto.
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