Esta es una de esas recetas de toda la vida que vale la pena recordar y preparar de cuando en cuando. Se puede preparar con chipirones enteros o con calamar mas grande troceado, con largo tiempo de cocción o simplemente pasando un momento el calamar por la satén muy caliente, aunque la textura es bastante distinta según el caso el resultado final es siempre extraordinario. A mi, llamarme antiguo pero prefiero la cocción larga. Como acompañamiento le va de perlas un simple arroz blanco que mezclado con la tinta es una pasada. En este caso, cuestión de mercado, he comprado unos calamares medianos, lo mejor son los chipirones que una vez preparados quedan de bocado pero no ha sido posible.
Ingredientes para dos:
- 4 calamares medianos
- 1 cebolla mediana picada
- 2 dientes de ajo picados
- 1 tomate pequeño
- 2 ramas de perejil picadas
- 1/2 vaso de vino blanco seco
- 2 bolsitas de tinta de calamar
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Aceite de oliva virgen extra
- Lo primero es limpiar los calamares (podemos comprarlos limpios o pedir que nos los limpien en la pescadería), les damos la vuelta y los rellenamos con sus tentáculos y aletas. Al darles la vuelta no es necesario cerrarlos con palillos u otro método, ya que ellos mismos se cierran cuando les damos calor.
- En una sartén pequeña ponemos a asar el tomate partido por la mitad (lo suyo sería asarlo en el horno, pero por un tomate no vale la pena encenderlo).
- En una cacerola pequeña (lo justo para que entren los calamares) bien caliente, sin aceite, ponemos los calamares, solo un momento por cada lado y los retiramos y reservamos. Ponemos tres cucharadas de aceite en la cacerola, echamos los ajos dejando que empiecen a dorarse, en ese momento añadimos la cebolla y un poco de sal y pimienta, dejamos que se vaya pochando lentamente durante un buen rato, hay que conseguir que la cebolla empiece a dorarse. Conseguida la cebolla dorada es el momento de poner el tomate asado y troceado integrándolo bien, añadimos la tinta de calamar dándole una vueltas, echamos el vino y el perejil y dejamos hacer a fuego bajo hasta que el reduzca el vino casi por completo. Antes de que quede seco ponemos los calamares, tapamos y dejamos hacer durante treinta o cuarenta minutos (según el tamaño de los calamares) a fuego bajo. No os asustéis por que se queden secos o se pegue, pues los calamares soltaran suficiente agua. Cuando los calamares estén tiernos los retiramos, trituramos la salsa con túrmix o brazo, la pasamos por el chino, devolvemos a la cazuela y unimos los calamares dándole un hervor. Listo para disfrutar.
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