Nueva receta de bacalao totalmente pensada y realizada por mi, que aunque parezca pedante me ha salido de maravilla, el resultado es realmente bueno y es una manera de disfrutar de está maravilla que es el bacalao, os lo recomiendo.
Ingredientes:
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 lata de tomate triturado
- 1 cebolla pequeña o media grande
- 3 dientes de ajo
- 400 gramos de lomo de bacalao salado
- 1sobre de hebras de azafrán
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta
- Para llegar a esto que veis en la foto, empezaremos preparando el "picadillo" asando los dos tipos de pimiento en el horno a 180 grados durante unos 40 minutos, es preferible envolverlos en papel de aluminio ya que se mancha menos y es más fácil reservar el liquido que sueltan. Mientras se asan los pimientos, preparamos la salsa de tomate, picando muy finos los ajos y la cebolla y poniendo ambos a pochar en un recipiente con aceite de oliva, si es virgen extra mejor. Una vez estén bien pochados, añadimos el tomate y dejamos que vaya reduciendo lentamente hasta que evapore toda el agua. Para terminar con el picadillo, pelamos los pimientos, los cortamos en tiras y los mezclamos con la salsa de tomate. Reservamos.
- Ahora vamos con el bacalao, que tendremos previamente desalado sumergiéndolo en agua abundante en un recipiente amplio en la nevera y cambiándole el agua cada ocho horas durante al menos dos día, hay que tener en cuenta el tamaño y grosor del bacalao, yo recomiendo que lo probéis para aseguraros que está bien desalado. Bien, cortamos trozos de unos 200 gramos y le quitamos la piel, buscamos un recipiente en el que cojan los trozos de bacalao y que sea hondo. En primer lugar tostamos en el recipiente el azafrán, esto es muy rápido y hay que tener cuidado de que no se queme, una posibilidad para evitarlo es envolverlo en papel de aluminio y cuando esté caliente retirarlo y desenvolverlo. Ponemos un poco de aceite y echamos un par de ajos laminados y dejamos que se tuesten un poco, ojo que no se quemen, en este punto se retiran y se reservan. Acto seguido ponemos mas aceite, el suficiente para cubrir el bacalao que introduciremos en el aceite que debe estar a baja temperatura, sabremos que es la ideal cuando metamos un dedo en el aceite, notemos calor pero que no queme y lo dejamos confitar durante 10 o 15 minutos. De todas formas sabremos que esta en su punto cuando veamos las lascas del bacalao, lo sacamos y reservamos.
- Para ir terminando, en el aceite echamos el azafrán tostado y las pieles del bacalao y dejamos que vayan soltando la gelatina que tienen, las retiramos y batimos enérgicamente el aceite hasta obtener el pilpil. Las pieles las tostamos hasta que se deshidraten bien en una sartén aparte con un poco de aceite no muy caliente.
- Presentamos el plato poniendo en el centro el picadillo, encima un trozo de bacalao que cubrimos con el pilpil de azafrán y terminamos colocando encima unas laminas de ajo y un trozo de la piel seca.
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